lunes, 22 de septiembre de 2008

DIA DEL CHAMAME -

Fuente: FOLKLORE cLUB
Una fiesta totalmente litoraleña con sangre correntina se vivió en el mítico estadio Luna Park, con las actuaciones de Antonio Tarragó Ros, Ramona Galarza, Los Alonsitos, Los de Imaguaré y Mario Bofill, condecorando el Día Nacional del Chamamé. Una multitud llenó la cuna de las veladas boxísticas y ovacionó a sus artistas durante las tres horas y media que duró el espectáculo. La luz se apagó y el primer suspiro de algún acordeón llenó al público de sapucay, mientras la voz en off de los locutores Miguel Ángel Gutiérrez y Maia Sasovsky poetizaba el ambiente con un bello relato dedicado netamente a este género musical. Y fue ahí cuando subieron al escenario todos los protagonistas para introducir la noche e interpretar juntos la polka de Damasio Esquivel “Alma Guaraní” y el chamamé de Eladio Martinez y Lito Bayardo “A mi Corrientes Porá”. El desfile de conjuntos comenzó con Los de Imaguaré, quienes como de costumbre, ofrecieron un show mezclando poesía y música con letras que marcan la historia, las vivencias del hombre, el amor, la distancia, las despedidas, la familia y la pertenencia al pago. Los primeros rasguidos armoniosos de guitarra, el sapucay del alma, de triunfo y esperanza de la gente y la voz inconfundible de Julio Cáceres empezaba a contar historias como “Nuestros sueños y la distancia” y “Niña de Ñangapiri” coloreando la fiesta correntina. También interpretaron “Avío del alma” y “Adiós, ciudad de Mercedes”. Luego fue el turno de Mario Bofill, quien mezcló su simpatía innata para interactuar con la gente y las poesías testimoniales que expresa en forma de canción. Así acaparó el silencio y el asombro de los espectadores, y dijo: “Con el chamamé nos enamoramos y nos casamos”.El cantautor correntino nacido en Loreto interpretó lo mejor de su repertorio como “Conjunto pena y olvido”, “Estudiante del interior”, “Carta a un hermano” y “Si no vuelvo”, que provocó la ovación multitudinaria, “Viva la pepa”, “Cantalicio vendió su acordeón”, “Requecho”, y para el cierre “El carau”. Posteriormente el ámbito festivalero tiñó de alegría el Luna con Los Alonsitos, que se presentaron con un video que proyectaba su vida y sus primeros pasos en el ambiente chamamecero y dejando un claro mensaje: “Quiero que hagan de este encuentro, una noche histórica”. Y el comienzo, bien arriba, fue con “Pobre mi caballo bayo”, “Galopera” y “Paloma blanca”. A continuación un brisa fuerte de aplausos cubrieron el aire porteño cuando interpretaron “Estudiante del interior” junto a Mario Bofill. Ya con la gente en los pasillos del estadio, el baile cerró con “El bolichero”, “Un chamamé y un carnaval”, “Mi ponchillo colorado” y “Dejate”. Pero la ceremonia se la metió en el bolsillo Antonio Tarragó Ros, que entró al escenario con una bandera argentina, homenajeó y compartió protagonismo con Ramona Galarza y contó con la participación de “Los 100 acordeones Tarragoseros”. En su primer tema “Sin ley” acaparó la extensión del escenario como presentación; además dedicó un espacio de su show a Norberto Linchinsky, fallecido subsecretario de cultura de Corrientes que desde su lugar ha aportado mucho por la música y promoción chamamecera. Después de cantar “Pueblero de Allá Ité”, subió “La novia del Parañá” y deslumbró con su voz potente y su gran dicción del guaraní en “Si no cantara” y “Lucerito Alba”, y a dúo con Tarragó Ros, “Soy el chamamé”, “Puerto Tirol” y “Kilómetro 11”. “En la mitología guaraní, el primero de los árboles puesto por Dios para favorecer la siembra fue el lapacho (tayí) y su flor fue la primeriza. En Buenos Aires esa flor lleva el nombre de Ramona Galarza”, emocionado ganó los aplausos de la gente Antonio Tarragó Ros, quién junto a Facundo Palma, subsecretario de turismo de Corrientes, homenajeó a “la hija dilecta” de la ciudad correntina regalándole un Lapacho natural.“El toro” fue la canción que alborotó aún más a los espectadores ya que con un solo de acordeón Tarragó Ros saltó del escenario a la platea y comenzó a caminar entre la gente compartiendo cara a cara su música pegado a sus seguidores. Con más de 30 acordeonistas jóvenes, integrantes de “Los 100 acordeones Tarragoseros” deslumbraron a la paisanada con “Madrecita”, “El curuzúcuateño”, “Granja San Antonio” y “Don Gualberto”. Inclusive Nito Artaza, ideólogo del espectáculo junto a Norberto Baccón, se animó a teclear el alma de un instrumento. El cierre, con todos los artistas en escena, fue con “Curuzú Cuatiá”, “Camino del arenal” y el himno de Transito Cocomarola y Constante Aguer “Kilómetro 11” bajo una lluvia de serpentinas celeste y blanco conmemorando y cerrando El Día Nacional del Chamamé.


Jorge Daniel González

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