ENCUENTRO NACIONAL DE DIFUSORES DEL FOLKLORE

FUENTE FOLKLORECLUB

Finalizó en La Pampa el Segundo Encuentro Nacional de Difusores de Folklore, realizado entre los días 15 y 17 de agosto. Un evento que contó con la presencia de renombrados periodistas, artistas y músicos de todos los paisajes argentinos. Todavía es de noche en Eduardo Castex, a unos 80 kilómetros al norte de Santa Rosa. Sopla feroz el frío y seco viento pampero. Con él se sacuden los ojos aquellos que llegan a la terminal de colectivo, luego de concluir un largo viaje desde sus respectivas provincias. No se percibe cansancio en sus rostros. Es el reencuentro para algunos, el primer saludo para otros. Es saber que mientras dure la segunda edición de “La Huella del Chasqui”, el pueblo, los artistas, y fundamentalmente, los organizadores agasajarán a los periodistas para que se sientan como en casa.Y eso es lo que percibieron todos. Es que otra vez los comunicadores del folklore fueron los verdaderos protagonistas de un encuentro que no le faltó nada. Tuvo charlas de capacitación, mateadas literarias, exposiciones de libros, proyección de películas, una maratón radial, y un auditorio por el que pasaron importantes artistas, como Los 4 de Córdoba, Bruno Arias y Los Huayra. Pero sobre todo, hubo momentos para compartir experiencias entre colegas y reflexionar.Pues así arrancó el desayuno de bienvenida, en una sala de prensa equipada tecnológicamente con computadoras conectadas a Internet y expendedores de agua caliente para que los mates no falten en ningún momento del día. Ese lugar, centro neurálgico de información, no sólo sirvió para esperar a algunos “rezagados”, sino que también fue como una suerte de brújula para los “perdidos” entre las características calles en diagonal de Castex. Al mediodía el sol ya se desempolvaba. El vecindario expectante en las veredas, una caravana de autos, las sirenas de los bomberos y personas a caballo, fueron la postal que le regaló al comienzo de las 48 horas ininterrumpidas de una transmisión radial, en la que participaron con entusiasmo los periodistas, conductores y locutores invitados de todo el país para hacer conocer los diferentes estilos, tonadas y paisajes de sus programas.Entonces, “La Huella del Chasqui” ya era otra vez una realidad. Un rico almuerzo con chivitos y corderos asados se anticipó a una seguidilla de actividades, que empezó con un taller de prensa a cargo de Silvia Majul y Jackie Bini, quienes explicaron a sus colegas el rol y la importancia del agente de prensa, además de exponer algunas estrategias de comunicación en la música popular argentina.Más adelante, el programa integral “Yo tengo tantos hermanos” -en el marco del centenario del natalicio de Atahualpa Yupanqui-, mantendría cautivo a los presentes. El guitarrista santafecino Sebastián Domínguez dio una apasionante charla titulada "Asuntos del Alma", un trabajo de recopilación documental sobre la vida privada y artística del poeta, compositor y guitarrista argentino. Con fotos inéditas, Domínguez compartió anécdotas personales sumamente deliciosas, atesoradas durante largos años de amistad con Don Ata.Ya cuando la luna se dejaba contemplar sin pudor, el periodista Víctor Pintos hizo la presentación de sus dos obras yupanquianas: “Cartas a Nenette” y “Memorias”. Más que darlas a conocer, incentivó a sus colegas a escribir libros de personajes que todavía no fueron investigados. Para ello relató la difícil y excitante tarea de vivir seis meses en Cerro Colorado (Córdoba), donde descansan las cenizas de Atahualpa, para trabajar sobre 5.500 cartas que el principal folklorista del país le escribió a su esposa Nenette.Y si hay una mujer que pertenece a la raza de Yupanqui, ésa es Suma Paz, quién reafirmó con un exquisito vuelo musical su misión de difundir la obra cumbre de Don Ata. Considerada una de las máximas representantes del canto de la llanura, brindó un concierto con el alma y habló de las realidades que palpitan y los sueños de los hombres de campo.La reunión más federal de nuestro folklore todavía tenía mucho más para dar. A pocas cuadras de ahí, la peña de “La Huella” desbordaba de público. En un ambiente cálido y festivo, diferentes artistas regalaron con soltura un anticipo del espectáculo que iban a desarrollar la noche siguiente en el auditorio. La peña se prolongó hasta las seis de la mañana, aunque algunos “desvelados” improvisaron guitarreadas en distintos hospedajes.Ya era sábado y el entusiasmo de participar seguía intacto. Las actividades continuaron desde muy temprano con un taller de turismo y preservación del patrimonio cultural, y por la tarde, Juan Carlos Fiorillo presentó su libro “Efemérides Folklóricas II”, dedicado a los hechos más notables de la historia del folklore argentino. Asimismo, las charlas se completaron con las exposiciones de Mariquita Pérez Sueldo en “El folklore como ciencia” y de Marita Regolo en “Ética periodística”. La luna volvía a regalar su mejor sonrisa, y la fiesta mayor se encendía en el auditorio montado en el Club Racing. El grupo local Los Caldenes cargaron con la difícil tarea de inaugurar el escenario “Víctor Hugo Godoy”, en homenaje al único integrante pampeano de Los 4 de Córdoba. También actuaron Leonardo Miranda, el prolijo dúo cordobés La Huella, “Cololo” Macedo, la avasallante Melina Cabocota, “Nano” Rodríguez, de San Juan, y los bonaerenses Alazanes, que adelantaron un disco próximo a salir al mercado.Pero sin dudas, los artistas más esperados por el público fueron Bruno Arias, Los Huayra y Los 4 de Córdoba. Éstos últimos provocaron una ovación en temas como: “La Oma”, “Merceditas” y “De Alberdi”. En tanto que Bruno Arias apareció sólo con su guitarra para intercalar una huella entre sus clásicos carnavalitos y bailecitos. El conjunto salteño Los Huayra cerraron el telón con las canciones “Cuando llegue el alba”, “Zamba para olvidarte”, y en “El diablo de Humahuaca”, los periodistas invadieron el escenario entre cantos y trencitos. El domingo al mediodía distintas localidades de La Pampa habían sido convocadas para participar del Pericón Nacional más grande del país. La adhesión fue total. Ciento de parejas, diversa en edades, coparon la plaza San Martín y una caravana de despedida concluyó con la maratón radial.A pesar de la escasa y vergonzosa colaboración del municipio, el encuentro periodístico-cultural creció de un año a otro. Logró mantener vivo un espacio para que los chasqui (mensajeros) intercambien conocimientos, opiniones y reflexiones. Y cuando las cosas se hacen cuesta arriba, la felicidad es mayor.

Agustín Nanni